El mar empieza aquí... No más plástico en los océanos.

En junio se celebró El día mundial de los océanos, y desde esa fecha hemos estado reflexionando el motivo por el cual nos cuesta tanto empatizar con el mar. O al menos así pareciera.

Hay mucha información disponible que nos demuestra una y otra vez que una inmensa proporción de los plásticos de un solo uso termina en los océanos y que esto provoca graves problemas ambientales, de salud humana y de muchas otras especies.

Sin embargo, actuamos como si no nos importara. Esto nos llevó a la siguiente reflexión.

Lá única capital de nuestro continente con vista al mar es Lima y el resto de las capitales de la región están lejos del océano. En Argentina, por ejemplo, a pesar de estar bendecidos con uns costa oceánica extensíssima y hermosa, la candidad de ciudades costeras y su consiguiente densidad poblacional es muy baja. Incluso Buenos Aires, sobre el estuario del Río de la Plata (casi casi un mar), pareciera darle las espaldas a su "mar dulce" y está construida y habitada práticamente ignorándolo.

¿Será por esto, quizás, que nos comportamos como si los océanos no tuvieran ningún impacto en nuestras vidas?

Tal vez algunos datos nos ayuden a tomar conciencia:

 Hasta un 80% del oxígeno que respiramos es generado en los océanos…¡8 de cada 10 respiraciones!

Cada año, 23 millones de toneladas de plástico terminan en el mar (sí, VENTITRÉS MIL MILLONES DE KILOS)

Existen 5 islas de micro plásticos en los océanos y se estima que la mayor tiene 1.6 millones de KM2, equivalente a más de la mitad (60%) de la superficie de Argentina

Según la ONU, para el 2050 va a haber más plástico que peces en los océanos.

¿Y qué podemos hacer en nuestro día a día, empezando hoy mismo, para cambiar esto?

Dejar de usar productos descartables de cualquier material, y no solo de plástico

Separar correctamente los reciclables y dejarlos donde corresponde

Exigir a las empresas, comercios y estados que faciliten el acceso a soluciones sostenibles

CONTARLE ESTO A LAS PERSONAS QUE NOS RODEAN y tratar de inspirar en ellas la adopción de pequeños cambios